Chamán Nidanyira fondo Encabezado

Los Suenos Perdidos

Principal > Las Culturas de Alkaendra
correo

alkaendra2012@hotmail.es

Noticias
  1. IconoAlkaendraCastellano
  2. IconoAlkaendraIngles
Culturas

Las Culturas de Gahaedha

Las Islas
Mituinor
Ysenia
Llaeredh
Llaeredh
Llaeredh
Panlho
Panlho
Panlho
Panlho
Nauthalarkka
Nauthalarkka
Nauthalarkka
Nauthalarkka
Nauthalarkka
Selvas del Sur
Selvas del Sur
Muzran
Muzran
Muzran
Phaukahara
Phaukahara
Klandama
Llanuras Barbaras
Llanuras Barbaras
Ayénda
Taechka
Sagareda
Las Marcas
Islas del Syndalla
Islas del Syndalla
Islas del Syndalla
Âra
Khon Vanarra
Mavra
Chakkiaryar
Hryethaikkar
Zandhari
Inúe
Xawa
Xawa
Las Tierras Salvajes
Yizarade
Urankko
Lhur
Mialln
La Tierra Rota
Tyethsinnuma
Tyethsinnuma
Tegu ti Ithwa
Ku'un e M'yá
Lôn
Indeaera
  1. Las Islas

    Habitantes: Humanos (etnias: lládica, sanru, marö), Kuannachta (etnia: khazal)

    Pirata SaunryrHay muchas islas en el Océano de los Muchos Nombres, llenas de historia y sangre, de valor y de cobardía, de fuerza y de debilidad. Desde Marokma en el norte hasta los misterios de Nareda y Amazra en el sur, pasando por Idáunna, Saunryr y Taurgal, todas ellas están llenas de belleza salvaje y orgullosas culturas humanas que han tenido que adaptarse a las continuas invasiones de otros pueblos, pues sus riquezas han sido envidiadas desde que los primeros hombres aparecieron en el mundo. También se las conoce como los Reinos antes de la Niebla, la Gran Muralla de Vapor que parte el Océano de los Muchos Nombres y de la que nadie que haya podido atravesar ha conseguido regresar jamás. Cuna de piratas y salvajes, son tierras peligrosas en las que la naturaleza demuestra su furia de cuando en cuando, mandado temblores de tierra y ríos de lodo para probar a sus habitantes. El viajero prudente debe cuidarse, pues las islas son tierras para aventureros y valientes.

  2. Mituinor

    Habitantes: Humanos (etnia: lládica)

    AeryannMituinor, el de las Muchas Colinas, el de los Seis Clanes. En ningún otro lugar del mundo podrás encontrar una tierra como ésta, donde lo agreste, lo místico y la naturaleza en sus formas más salvajes se entremezclan para formar un crisol de pasión y belleza que cautiva a aquellos cuya alma está más cerca de la tierra que le rodea. Aquí la voz y la palabra dada son importantes; aquí el valor y la sabiduría compiten y tratan a la vez de buscar la armonía; el corazón y la cabeza son los motores que dirigen la vida de estas gentes, acostumbradas a luchar por su modo de entender el mundo. Mituinor es la tierra del Náuranon, el Padre Roble, del que, según la tradición, descienden todos los demás árboles. Es el lugar donde los Grandes Inviernos se asientan para probar la templanza de los mitthana; donde se respeta a la vida y a la naturaleza salvaje, cerrada a todos aquellos que no sepan comprenderla. Por eso, viajero, si entras en Mituinor hazlo con la intención de respetar todo lo que allí encuentres y veas, o tu vida durará muy poco en la tierra de los Seis Clanes.

  3. Ysenia

    Habitantes: Humanos (etnia: lládica)

    Guardia RepúblicanaYsenia, tierra bendecida por muchos ríos y por una fertilidad que es la envidia de toda la Costa del Océano de los Muchos Nombres. Ysenia, antaño poderosa república expansionista y mercantil, ansiosa por el beneficio y alentada por un extraño culto a un ente avariento y codicioso. Ysenia, convertida ahora en pequeñas naciones, en pequeños reinos que tratan de salir de la barbarie en la que cayeron cuando el Régimen de Vassaerán se vino abajo. Ysenia, conocida como la Tierra de las Maravillas donde se puede encontrar todo aquello que se busque por exótico o ajeno que resulte. Sus habitantes son hombres acostumbrados a la lucha con armas y con palabras, hombres que no se amilanan ante nada y cuyos principios están basados en la ley del más fuerte y del más hábil, aquél que demuestre con sus actos que es merecedor de la envidia y el respeto de los demás. Ysenia, la Tierra de los Artistas, donde han nacido algunos de los mejores arquitectos y escultores que el mundo haya conocido. Ysenia la Única, tierra de montañas, ríos y llanuras.

  4. Llaeredh

    Habitantes: Humanos (etnia: lládica)

    Madre llaeredhíLlaeredh, la tierra de los Añorados. Aquí aparecieron, hace milenios, los Khalyva, la Gente Sabia, los Elegidos de Adraen, el Dios que Llora. Nos acogieron a todos cuando los humanos comenzamos a surgir de las montañas y nos enseñaron a apreciar la belleza de aquello que nos rodeaba y a crearla por nosotros mismos. Pero ahora es una tierra ocupada por hombres, los pocos fieles que permanecieron con ellos y que heredaron la tierra que dejaron cuando murieron a manos del Azote de los Añorados, contra el que nada se podía hacer. Su recuerdo se mantiene con fervor y su herencia cultural es patente en las gentes de Llaeredh, amantes del orden, la justicia, el honor y la belleza de la naturaleza. Un llaeredhí está orgulloso del pasado de la tierra donde vive y por lo general sólo teme una cosa: el regreso de los Zadaritas, seres malignos que se alimentan de la sangre y las almas de sus víctimas, que se han instalado más de una vez en las ruinas que antaño pertenecieron a la Gente Sabia. Llaeredh es una tierra de misterios y belleza sin par, una tierra forjada por la esencia de sus habitantes.

  5. Panlho

    Habitantes: Humanos (etnia: panlhita)

    Guerrero PanlhitaPanhlo, tierra de hombres de piel negra venidos de más allá del mar y culturas primitivas que llevan viviendo allí desde hace incontables generaciones, gentes agresivas que matan a todo aquel extranjero que entre en sus dominios... Un territorio agreste y enorme que va desde las montañas que lo separan del Yrmildor hasta las exuberantes e inacabables frondas de las selvas del sur, cruzado por ríos que nacen en las montañas Zandhari, que los nativos conocen como Montañas del Sueño Eterno. Sus costas están formadas por escarpes y acantilados cubiertos de figuras talladas, con pocos puertos naturales; las colinas retienen el aire cargado de humedad proveniente del mar creando espesas nieblas, por lo que Panlho también es conocido como la Tierra de las Brumas.

  6. Nauthalarkka

    Habitantes: Kuannachta (etnia: khazal), Hryeth (etnia: ktachku), Xyarjar (etnia: nyii-zrej)

    Armadura NhurazarLos Kuannachta las conocen como las Montañas Muertas debido a que ya hace tiempo que sus yacimientos se agotaron; y lo que es aún peor, se sienten vacíos espiritualmente cuando están en ellas por que no pueden sentir la Roca Primigenia. Puede que estén muertas en cuanto a la misma roca se refiere, pero están repletas de la vida que medra en la profunda oscuridad del Mundo Interior, el Mundo Sin Luz, muchas de cuyas entradas se hallan en las grandes cuevas que surcan y mortifican a las Nauthalarkka. Los hombres salvajes que viven en ellas se cuidan mucho de internarse en las profundidades donde la sangre es derramada con tanta frecuencia que también se las conoce como Saekkzhadhur, el Gran Mar de Sangre. Sus picos, recortados contra el cielo, aún susurran los nombres que los Kuannachta les dieron al Principio de los Tiempos, anhelando el regreso de otras épocas y otras voces.

  7. Selvas del Sur

    Habitantes: Humanos (varias etnias minoritarias), Hryeth (etnias: chyek, ktahcku), Xyarjar (etnia: nyii-zrej), Ugara (etnias : nkwoj, kwor), Nidanyira (etnia: lya'an)

    Nidanyira TribalLas Selvas del Sur, son en esencia un gran y peligroso misterio. Dicen los pocos que han osado hollar estas sombrías tierras, que hay ruinas antiguas de civilizaciones perdidas pero si eso es verdad no dejaron huella alguna en la historia conocida. Lo que si es cierto es que salvajes etnias humanas compiten por el territorio con los Ugara que tratan de medrar en uno de los pocos reductos aislados del continente que les queda. Las batallas son encarnizadas y sin compasión alguna pues tenerla puede significar la muerte... Y por si eso fuera poco, los Hryeth y los Xyarjar han comenzado a internarse en ella buscando antiguas riquezas y sangre que verter.

  8. Muzral

    Habitantes: Humanos (varias etnias minoritarias), Ugara (etnia : kwor), Nidanyira (etnias: lya'an, ka'r u-te'ya)

    Pirata muzralíMuzral fue una tierra poblada en la Antigüedad, cuando los Añorados aún respiraban el aire del mundo. Los Kuannachta se asentaron aquí, fundando Tharkarhyl, atraídos por las ingentes vetas de minerales que se hallaban en las colinas y las piedras preciosas de los ríos. Tal era la grandeza de sus salas que rivalizaba con las viejas ciudades de Zandhari, y el orgullo les volvió codiciosos: aquí fue el único lugar donde Hijos de Kuan tomaron como esclavos a otras razas y las sometieron sin piedad. Trataron de asaltar por las armas las Nauthalarkka y fueron derrotados por la mayor coalición de Kuannachta y Añorados de la historia. Luego vienieron otros buscando oro, pero solo encontraron desolación y tristeza. Hoy en día es una tierra habitada únicamente por los desesperados y los Nidanyira...

  9. Phaukahara

    Habitantes: Humanos (etnias:avasu, klandu)

    General phaukaharíPocas tierras hay donde el clima y el paisaje hayan afectado tanto al modo de vida de sus gentes como lo ha hecho el Desierto de Arena Roja, que los nativos conocen como Avaru, el Calor de los Elegidos. Un desierto cruzado por ríos que se originan en las montañas del norte, que lo llenan de vida y le dan estabilidad frente al cambio continuo e impredecible de todo lo que le rodea. Los pháuka tienen un dicho: el desierto está vivo y como tal hay que tratarle. En las orillas del río más grande habita la cultura más civilizada de la región, la de los pháuka, adoradores de Izehira, el Dios- Escorpión, pero no son los únicos que moran bajo el calor abrasador del sol brillante, pues luchando en y por las arenas sobreviven otros pueblos, como los nómadas aváusa. Es una tierra dura, en la que sólo resisten los más fuertes y compasión es una palabra que no existe; donde todo cambia en una noche o en un día; donde la arena es portadora del olvido...

  10. Klandama

    Habitantes: Humanos (etnias: klandu, tachka, yezi)

    Jinete de Cabra TyaditaTierra de muchas naciones y pueblos, de fértiles valles con pequeños y caudalosos ríos que la han hecho propicia para la colonización humana. La historia de la península se remonta a épocas pasadas y sus montañas han visto la aparición y desaparición de tantas culturas y creencias como estrellas fugaces cruzan el firmamento. Klandama es una región rica en minerales, de clima cálido y húmedo, donde la fuerza del sol desciende con su dualidad dadora de vida y de muerte sobre las cabezas de sus habitantes, donde las montañas han aislado relativamente a las culturas que allí viven, convirtiéndola en un mosaico de lenguas y costumbres. Los de Klandama siempre han sido buenos marinos, y gracias a ellos han sido descubiertas muchas islas y nuevas tierras que hasta entonces habían permanecido bajo el velo de la ignorancia . El recibimiento a los visitantes va desde la hospitalidad más calurosa a la más sangrienta bienvenida, por lo que se advierte a los viajeros y comerciantes que se preparen para cualquier evento que pudiera sucederles...

  11. Las Llanuras Bárbaras

    Habitantes: Humanos (etnias: ezari, synda); Ylmarys (etnias: zlar, koz); Hryeth (etnia: notku)

    Mujer TkendwaLas Llanuras Bárbaras son una enorme planicie rodeada de montañas por el norte y el sur, por el Gran Escarpe, a cuyos pies muere el desierto de arena roja, al oeste y Llaeredh por el este. Son tierras abundantes en caza, hogar de multitud de criaturas como los rápidos bysurta o los gigantescos magora, y ricas en ríos alimentados por las Zandhari y las Nauthalarkka. Pobladas por tribus de humanos salvajes y orgullosos, manadas enormes de Ylmarys en el sur y nidos de Hryeth en las cercanías de los pocos bosques que misteriosamente crecen en el interior de las llanuras. No siempre ha sido una tierra libre, pues ha despertado muchas veces la codicia de sus vecinos, y sus moradores siempre están preocupados por lo que pueda llegar de cualquiera de sus fronteras. Son guerreros tenaces que defenderán su modo de vida a cualquier precio.

  12. Ayénda

    Habitantes: Humanos (etnias: sagaredanos, syndu)

    EdrýaAyénda surgió de las cenizas de un gran imperio que ocupaba toda la costa sur del Syndalla hasta las Montañas Navaetharu y las Sigaharu en el sur. Es una tierra hermosa que ha renacido de sus propias ruinas muchas veces. Una región que ha sido ocupada por muchos pueblos diferentes a los que siempre hechizó con su hermosura de ríos danzantes y bosques vírgenes que llegan hasta más allá de donde alcanza la vista. La capital, Ayália, es una de las ciudades más bellas de todo el Mar de Syndalla y uno de los centros comerciales más concurridos y pujantes de la región. Ayénda está alcanzando una prosperidad que está llevando a esta nación, mezcla heterogénea de razas, tradiciones y culturas, a alcanzar gran importancia en la costa sur del Mar Interior, a expensas de las vecinas Inúe, Xawa y otras potencias mercantiles de la zona.

  13. Taechka

    Habitantes: Humanos (etnias: tachka, klandu), Hryeth (varias etnias minoritarias), Xyarjar (etnia: drul-kaa)

    Chamán DrachnaLas montañas del macizo de Taechka tienen tantos nombres como tribus habitan en sus cumbres y en los altiplanos, donde han florecido culturas famosas por su lucha continua contra los que moran bajo las entrañas del mundo y por sus ansias de vivir. Los extranjeros las conocen como Las Montañas de las Mil Tribus; los hombres del desierto las llaman Annari, las Montañas de los Espejos, por los múltiples lagos de agua dulce que rompen la monotonía de la roca. El clima es frío y los recursos escasos, por lo que las peleas son cruentas y sin piedad, llegando al extremo de devorar a los prisioneros o a los ancianos para que el resto pueda sobrevivir. Las montañas estallan llevando la muerte, y la tierra tiembla por los pecados de los seres vivos. Los que aquí viven son hombres acostumbrados al aire enrarecido y a saltar de peña en peña como los muflones, preparados para afrontar las sorpresas de la Señora de la Muerte y los caprichos de la fortuna.

  14. Sagareda

    Habitantes: Humanos (etnias: sagaredanos, tachka), Dun Hannár, Hryeth (varias etnias minoritarias), Ugara (etnia: jwejka)

    Dun HannárEl Gran Bosque de Sagareda es el mayor de todo Gahaedha, con valles y vaguadas donde el sol es un desconocido y la oscuridad y la humedad son las amas absolutas. Los árboles suben y bajan siguiendo las onduladas colinas, deteniéndose sólo ante los más anchos ríos. Hay tanta vida y exhuberancia que el silencio no existe y a todas horas puede oírse la música del bosque, que llena de emoción los corazones de quienes lo contemplan. Pero la naturaleza exige tanta vida como la que da, por lo que nadie debe confiarse y dejarse engañar. Es la cuna de los perdidos Señores de los Árboles y sus ciudades-espiral, donde la naturaleza era comprendida, respetada y querida en sus manifestaciones más salvajes. No hay lugar más emblemático ni misterioso a orillas del Mar de Syndalla. Sagareda es vida y muerte...

  15. Las Marcas

    Habitantes: Humanos (etnias: ezari, llaédica, izka), Ylmaris (etnias: glez, rul)

    Jefe TaengryzaLas tierras a orillas del Mar de Syndalla conocidas como las Marcas, fueron pobladas antaño por los izka, humanos dominados por zadaritas y sashurinka, que habían desarrollado sus artes mentales con propósitos nigrománticos lo que les dio el sobrenombre de los Señores Espectro. Se dice que podían forjar esencias con formas concretas y dotarlas de vida. Sus continuas guerras con Âra e incluso con Llaeredh en su momento de máxima extensión, terminó con su oscura cultura que fue casi exterminada por enormes manadas migratorias de ylmaris y taengryza. En la actualidad, viven en ella pueblos humanos mezcla de los países vecinos y de ylmaris que son respetados y dejados tranquilos.

  16. Las Islas del Syndalla

    Habitantes: Humanos (etnias: syndu)

    Comenciarte synduEl Mar de Syndalla es el corazón de Gahaedha. Testigo de viajes, descubrimientos, sueños y pesadillas, sus aguas han mecido la existencia de Alkaendra desde mucho antes que los Añorados aparecieran en el mundo. Poblado de multitud de pequeñas islas, es la vía comercial más importante del continente, pero también una de las más peligrosas pues se ha convertido en un hervidero de piratas y esclavistas en busca de presas fáciles. Pese a que en pocos lugares supera más de trescientos metros de profundidad, su fondo alberga gran cantidad y variedad de vida, así como incontables restos de barcos y de todos aquellos que osaron enfrentarse a su poder. Syndalla late con fuerza, a veces con la ternura de un niño, otras con la pasión de un amante.

  17. Ara

    Habitantes: Humanos (etnia: âreva)

    Navegante ârevaÂra, el Reino de las Mujeres Guerreras, el Reino de la Música Celestial, es una tierra antigua que ha sido poblada desde tiempo inmemorial por todas las razas que por allí pasaron, hechizadas por la magia de sus fértiles prados, la suavidad femenina de sus colinas, la impetuosidad cantarina de sus ríos y la majestuosidad sin par de sus bosques. Ahora está dominada por el pueblo de los âreva, que sometieron a quienes habitaban a su alrededor, llevados por su extraña cultura y su particular modo de entender la vida, la creación del mundo y de su pueblo. Desde Zâlavel, hasta Velhelâl, pasando por Zelgarêd, Gel Hagâly muchas más, ningún viajero podrá encontrar a gente más hospitalaria y orgullosa en ningún otro lugar del continente, ni podrá escuchar voces más bellas cantando sin parar para mantener alejado al Señor de las Aguas. Âra es un paraíso, pero como toda belleza también oculta poderosas espinas para aquellos que quieran causarle mal.

  18. Khon Vanarra

    Habitantes: Khoredra, Humanos (etnias: mayevia, umra)

    khoredraKhon Vanarra, el Bosque de los Animales Que Caminan Erguidos, es una tierra que todos sus vecinos consideran encantada, habitada por criaturas salvajes y de pesadilla. Desde las montañas Zandhari hasta las Colinas de los Rugidos, Khon Vanarra es un espeso manto de árboles interrumpido por algunos ríos y los pocos claros creados por sus habitantes humanos, dominados desde hace mucho tiempo por el miedo. Miedo a los moradores más antiguos de la región, a los que erigieron el Templo de Khon Tayal en el corazón del bosque, el antiguo hogar de los Animales que Caminan Erguidos, cuya fuerza y brutalidad es recordada en todas las tierras que les rodean y han sufrido su dominio. También es conocido como el Bosque del Miedo Penetrante. Pocos son aquellos que osan atravesar sus espesuras y menos aún los que consiguen salir de allí con vida....

  19. Mavra

    Habitantes: Humanos (etnias: mayevia)

    Chamán MavraMávra es una región de ríos y colinas, una tierra acariciada por las brisas marinas provenientes del Syndalla y por los vientos gélidos del norte, de más allá del Mar del Frío. Una tierra a la que la civilización parece no haber llegado y donde sus habitantes llevan viviendo del mismo modo desde hace muchas lunas, en continua lucha por la supervivencia. Sin embargo, los mávra son grandes guerreros que han combatido en lugares más allá de las montañas que rodean su tierra natal. Sus chamanes son conocidos en todo el norte debido a sus grandes conocimientos medicinales, y sus mujeres son famosas por la belleza de sus afilados rostros de piel blanca. Pero el miedo está presente, pues los signos parecen apuntar a un futuro incierto. Ven ahora y contempla la grandeza de Mávra mientras aún puedas…

  20. Chakkiaryar

    Habitantes: Humanos (etnias: mayevia)

    Doncella del SilencioChakkiaryar es una tierra en pleno cambio, viviendo una revolución que está transformando para siempre las ideas de los chakkieya y su modo de entender el mundo. Chakkiaryar está evolucionando, está preparándose para irrumpir en la historia como una nación poderosa, gobernada por mujeres con habilidades mentales a los que muchos llaman y consideran brujas. Se sienten inspiradas por la Bendición de la Gran Señora, en la que han depositado todas sus esperanzas. La antigua Tierra de los Árboles es ahora un conjunto de fértiles valles donde los Humanos y los Hryeth luchan por la supervivencia. Los bosques de Chaiarna y Vayenkkaraya son los únicos vestigios que quedan de la época en que los árboles llegaban hasta el río Alyakora, la frontera natural con los pueblos mávra del sur, pues la tierra también está transformándose. Los Pequeños Reinos del norte, decadentes y moribundos, están a punto de ser engullidos por la fiebre que consume a los chakkieya, y no pueden hacer nada para evitarlo. Todo cambia, nada permanece, y aún menos cuando la marea chakkieya está a punto de desatarse.

  21. Hryethaikkar

    Habitantes: Hryeth (varias etnias mayoritarias)

    hryethPocos nombres son tan temidos. Pocas tierras tan salvajes y agrestes. Pocas montañas tan llenas de vida y muerte. En su seno habitan los Hryeth, las criaturas odiadas por todos, las más incomprendidas y fanáticas, las más fuertes y salvajes. Sus cumbres están despobladas, nadie se atreve a morar en sus cercanías excepto los más desesperados, porque conocen cuál sería su destino. Los chakkieya y los mávra las miran con respeto, pues saben de los múltiples peligros que albergan. Sólo los locos o los que quieren que su vida acabe pronto ponen los pies despreocupadamente en las rocas de Hurkkanaya, como los chakkieya llaman a estas montañas. Los aludes son frecuentes, los ruidos ajenos y terribles, la muerte pronta. Son las montañas del olvido. Son las montañas del temor. Son las montañas de los Hryeth.

  22. Zandhari

    Habitantes: Kuannachta (etnias: immlakki, thurhun )

    kuannachtaLas montañas que han visto nacer a razas y pueblos de mito y leyenda. Conocidas como Ciandharinama por los Añorados y Kuarhyndara por los Kuannachta, este gran sistema calizo alberga más vida en su interior que por encima de ellas, donde sólo algunas tribus de salvajes y grupos de proscritos se atreven a sobrevivir. Las Zandhari alcanzan alturas en las que la nieve nunca se derrite y donde el aire se enrarece hasta el punto que muchos piensan que están cerca del techo del mundo. Ellas fueron las primeras en ver la vida en el continente y han contemplado toda la historia del mundo desde la Era de los Nacimientos hasta ahora. Pero no son mudas y hablan con aquellos que saben escucharlas, pues Zandhari es el Último Gran Hogar de los Kuannachta, aunque sus rocas están cargadas de melancolía y añoranza...

  23. Inúe

    Habitantes: Humanos (etnias: syndu, sagaredana ), Ugara (etnia: jwejka)

    Isiche inuítaOtra nación surgida de las cenizas dejadas por la antigua llama de la vida que era el Imperio de los Señores de los Árboles. Agitada por los montañeses del este, que la invadieron y acabaron sucumbiendo a la cultura de quienes habían sometido. Teñida por los antiguos conocimientos de los Taroii después de que éstos fueran derrotados por los Tsazaredsa, ahora se la conoce por la Tierra de los Domadoras de Ugara, su secreto mejor guardado y protegido. Es la Región de los Hombres Silenciosos, ya que los hombres no vuelven a hablar una vez entrados en la edad adulta. Con un clima generoso debido a la presencia del Mar de Syndalla y la fertilidad de su suelo, Inúe soporta más asentamientos que otras regiones limítrofes de mayor tamaño, administrados de un modo eficaz por las mujeres del reino que son las que ostentan la nobleza. Han resistido los intentos rapaces de los xawitas en el norte y de los Reinos Salvajes del Sagareda gracias a sus Isiche, las Jinetes de Ugara, que van a la batalla con sus amadas y terribles monturas. Inúe es una tierra silenciosa, y a la vez alegre, de hombres y mujeres que aman la vida.

  24. Xawa

    Habitantes: Humanos (etnias: tsazara, syndu)

    Campeón xawitaLa Tierra de los Hombres del Pelo Anudado ha pasado de ser una mera ciudad-estado a una pequeña nación, pujante y creciente, de mercaderes agresivos y valerosos llamados a alejarse de las antiguas costumbres de los Señores de los Árboles que gobernaron aquí mucho tiempo atrás, cuando aún habitaban y reinaban sobre el Gran Bosque de Sagareda. La misma ciudad ha crecido hasta el punto de convertirse en una de los puertos más populosos de todo el Mar de Syndalla, siendo famosa por sus mercados, burdeles, garitos de juego donde se disputan diariamente peleas de hurones, y por la droga conocida como xewadzi. Los xawitas hace tiempo que ya no creen en nada que no sean ellos mismos, y no hay ningún templo entre los muchos y bellos edificios de su ciudad. Quienes traten con ellos que se cuiden, pues a pocos pueblos conocerá tan taimados y resolutivos como a estos descendientes de los Señores de los Árboles.

  25. Las Tierras Salvajes

    Habitantes: Humanos (varias etnias minoritarias), Dun Hannar, Xyarjar (etnia: jhaj-larr)

    Chamán KsyryzjColinas pedregosas y yermas, ríos rápidos, cortos e indomables,cavernas que se internan en las profundidades del mundo, criaturas únicas y desconocidas en otras partes del continente. Como Muzral, esta es una tierra de parias y desesperados, un lugar inhóspito y agreste donde la suerte puede hacer que un aventurero encuentre un viejo tesoro enterrado por un pirata o ser asaltado y despellajado por los descastados xyarjar que han encontrado aquí un lugar donde la única ley que les domina es la suya propia... Tierra de leyendas como la de las momias de Cheoruun que cantan en los solsticios con una voz que provoca el envejecimiento; o las arañas gigantes de Mylvrajna que pueden tranformarse en bellas y hermosas mnujeres para atraer a los incautos; por no hablar de los caníbales de la desolada Ksyryzj o las Perlas de Tierra puestas por los únicos crustáceos de tierra de la zona y muy apreciados por los talla piedras de los sayhadar... Tierras exóticas y misteriosas para los que no las conocen. Peligrosas e indómitas para los que se han atrevido a hollarlas... ¿Qué harás tú?

  26. Yizarade

    Habitantes: Humanos (etnias: yezi, tachka, navaru)

    Noble yeziTambién conocido como el Reino del Mar o la Tierra de los Hijos de Yez, Yizaràde está formado por valles y ríos encajados entre altas montañas en el norte, mientras que en el sur el terreno se suaviza gracias al Río de Yez, uno de los más anchos del continente, y sus muchos afluentes. La capital, Ulyaèd, en la Isla-Pináculo, es una de las ciudades más asombrosas e impresionantes que uno puede encontrar en cualquiera de las costas de estas tierras, mientras que el resto de las ciudades se adornan con conchas, nácar y corales. Yizaràde está dominada por las creencias en Yez y sus Nueve Hijos. ¡Pobres aquéllos que traten de desafiarlos o reírse de sus verdades de fe!, porque éstas son protegidas con mucho celo y el poder de Yez camina con sus emisarios... Yizaràde es similar a las aguas que allí se adoran: suaves o vengativas, sin previo aviso.

  27. Urankko

    Habitantes: Humanos (etnia: navaru)

    SiejchkaUrankko es la región de las Dos Naciones, donde hombres y mujeres viven en sociedades separadas que sólo se reúnen para perpetuar la especie y para que todo siga igual dentro del ciclo inmutable de la vida. Su tierra, como todas a su alrededor, es un conjunto de montañas y ríos, donde las cosechas son abundantes gracias al ingenio de sus moradores, con costas abruptas en las que las calas naturales son escasas y de navegación dificultosa, y con innumerables bosques que han perdido gran parte de su antiguo esplendor. En el norte, la frontera con las tierras de los Hombres Pálidos de Lhur ha marcado de sangre y dolor la historia del pueblo dividido, de la tierra de las Dos Naciones y de su extraña cultura, en cuyas ciudades los extranjeros sólo pueden permanecer en un barrio exclusivo para ellos, y hombres y mujeres parecen pertenecer a mundos diferentes...

  28. Lhur

    Habitantes: Humanos (etnias: navaru, tythnnu)

    Podrido de LhurNo hay tierra más oscura y odiada, ni lugar donde los hombres hayan caído más en los bajos instintos, que en las oscuras frondas de las tierras boscosas de Lhur. Sus habitantes se visten con muchas ropas porque su piel ha quedado afectada por el icor corrompido de sus gobernantes, los terribles y temidos Zadaritas. Antaño, esta región estaba ocupada por tribus salvajes de humanos que aún mantenían esa condición, pero ahora, la tierra atormentada no deja de gritar su odio y consternación por los Señores de la Sangre Negra que se pelean y disputan los despojos de lo que una vez fue una tierra envidiada, fértil y llena de vida y que ahora se ha convertido en la tierra de la muerte, la enfermedad y la desesperación.

  29. Mialln

    Habitantes: Humanos (etnias: navaru, syndu)

    Guerrero Búho Pocos son los que pueden decir que han entrado en la Tierra Rota y regresan para contar esa hazaña, y menos aún los que después de eso no se juran a sí mismos que aprecian demasiado su vida como para intentarlo de nuevo. Pero los hombres y mujeres de las Tres Hermandades de Mialln lo han hecho innumerables veces, pues su bella tierra limita con los mares de Nauzar y Syndalla por el este y el sur, con las montañas y los bosques en el oeste y con las quebradas y yermas planicies que se conocen como la Tierra Rota en el norte. Si su curiosa cultura ha sobrevivido se debe tanto a la furia de sus guerreros como a las Esculturas Vigilantes, reliquias antiguas de tiempos pasados, de un esplendor que se fue y nunca regresará. El Halcón, el Búho Negro y la Araña deben restablecer sus alianzas periódicamente para que Mialln siga existiendo y no sucumba a su destino.

  30. La Tierra Rota

    Habitantes: Presencia minoritaria de Humanos, Hreyth y Xyarjar de varias etnias

    Navaloth ¿Cómo explicar que una tierra prácticamente deshabitada es una de las más mortíferas de Gahaedha? La Tierra Rota, conjunto de quebradas cicatrices y afiladas rocas, se mueve como si estuviera viva. Si fuera de origen natural sería el lugar más sagrado para los Kuannachta... Pero el cataclismo que provocó esta terrible transformación se pierde en los orígenes de la historia y fue provocado por alguna especie sintiente. ¿Los Añorados? Cuesta creerlo, pues estos eran amantes de la naturaleza y el mundo... ¿Sus hermanos oscuros, los Zadaritas? Nunca hacen nada que no les aporte beneficio o poder, y esta yerma desolación no les concede ni lo uno ni lo otro... Estonces, ¿quién lo provocó? Muchos piensan que son los gigantescos gusanos comepiedrass, los navaloth, quienes lo han hecho pero no son tantos y no explica porque los poderes mentales aquí fluctúan como si el lugar estuviera rodeado por una caótica red de líneas de energía. Un aviso para los que quieran adentrarse a descubrir sus misterios: muy pocos regresan...

  31. Tyethsinnúma

    Habitantes: Humanos (etnias: tythnu, navaru)

    Noble tythnu Tyethsinnúma es la enorme región que ocupa todo el norte de esta parte de Gahaedha, la Tierra de los Mil Señoríos, donde desde antiguo Humanos y otros pueblos se han asentado a pesar del clima frío y los muchos peligros que allí moran. Sus ríos y montes han visto muchos señores y muchas dinastías crear pequeños imperios que terminaron marchitándose como las flores tras la rápida primavera del norte. Ahora son los Tythnnu quienes gobiernan la mayor confederación de naciones, centrada en la Tierra de los Tres Ríos, ayudados por el culto a Igliath, Señor del Dolor y la Oscuridad. Tyethsinnúma es hermosa, con valles profundos, cubiertos de bosques en el sur y amplios y fértiles en el norte a pesar del clima, las lluvias frecuentes y el frío inmisericorde. Los hombres se han hecho fuertes aquí, a pesar de las criaturas que pueblan las montañas y la Tierra Rota de Ythannyth, a pesar de los Zadaritas y sus servidores en el sur, y del Na-Thyr-Ewa, el Mar de las Tormentas.

  32. Tegu ti Ithwa

    Habitantes: Humanos (etnias: tythnu, tegu), Hryeth (etnia:kochkka), Ugara (etnia: lweka), Ylmarys (etnias: zlar, tumaz)

    Navío Mercante Gélidos vientos, tormentas de nieve y granizo, un frío que congela el alma con cada aliento... Poco más ofrece Tegu ti Ithwä a sus habitantes. Un manto blanco roto únicamente por las enormes montañas del Fin del Mundo, infestadas de los Hryeth más pequeños y prolíficos del continente. Tribus Ugara sobreviven aquí en grandes números en una extraña alianza, que se repite en otras partes, con las huestes de Ylmarys y Taengryza más grandes que se conocen. Algunos locos y valientes, atraídos por las riquezas del mar y las montañas han establecido algunos asentamientos comerciales donde pueden encontrarse algunas de las mercaderías más exóticas y únicas de Alkaendra: aceite de ballena zalak; naktu, un mineral que salta en contacto con los poderes mentales; pieles blancas y rojizas de los osos pantera... Y mucho más. Para muchos, dominados por la sed de aventura y negocio, sólo por esto merece la pena el viaje.

  33. Kuun e Mya

    Habitantes: Nidanyira (etnias: su'r te-nga, lk'an ma-ur)

    Ballestero Nidanyira El archipiélago de Ku'un e-My'á siempre ha sido una de las joyas más ansiadas por todas las naciones con intereses comerciales de la zona para establecer colonias o puestos de avanzada, pero todos los intentos han fracasado estrepitosamente y por una única razón: aquí vive la mayor concetración de Nidanyira de Gahaedha. Familias, tribus enteras de estas terribles criaturas desconocedoras del miedo pueblan sus boscosos contornos. Ni siquiera el emperador tythnu Sivraranth, comandando a más de tres mil soldados y cincuenta barcos pudo más que mantener unos fuertes en las isla más cercana al continente que fueron atacados y arrasados años. Y en los últimos años, algo más alarmante está ocurriendo: han sido avistados numerosas veces gigantescos árboles atestados de Nidanyira provenenientes de estas islas, que se están convirtiendo en los mayores corsarios del Na Thyr Ewa y las costas occidentales del continente. ¿Puede imaginarse algo más aterrador que un abordaje por parte de Nidanyira?

  34. Lon

    Habitantes: Humanos (etnia: yezi), Nidanyira (etnias: su'r te-nga, lk'an ma-ur)

    Mentalista Lônita Lôn es una de las grandes desconocidas del continente. Sus islas están habitadas por un pueblo pacífico de hombres y mujeres estudiosos de las estrellas y de la naturaleza que a muchos recuerdan a los antiguos Añorados. Tremendamente celosos de su intimidad, no permiten a los extranjeros que abandonen los puertos a los que vienen para comerciar y que mantienen separados de sus ciudades con grandes murallas protegidas por salvaguardas mentalistas de gran poder. Como odian las armas y la lucha, llegaron a un acuerdo siglos atrás con Nidanyira del vecino archipiélago del norte que se han establecido allí como mercenarios. La alianza funciona a la perfección a pesar de que a priori pocos darían una moneda por ella. Aquí se pueden encontrar a Nidanyira vestidos y sofisticados como en ningún otro sitio... Sin duda Lôn es un lugar digno de conocer.

  35. Indeaera

    Habitantes: Humanos (etnia: syndu)

    Esclavista Indaëra Pocas islas hay cuyos habitantes sean tan odiados como los de Indeaera, la Isla de la Montaña Verde. Los indaëra son esclavistas que han asolado, desde tiempo inmemorial, todas las tierras a las que sus barcos pueden llegar. Se han extendido por las islas cercanas e incluso han creado algunas pequeñas colonias en el continente. Su estricto sistema social provoca que muchos de ellos se conviertan en proscritos, que se vuelven los piratas más sanguinarios y despiadados que las aguas del Mar del Frío y del Mar de Syndalla hayan conocido jamás. Los verdes prados de su fértil isla han sido bañados muchas veces por la sangre de sus habitantes, tanto como muestra de respeto como por las luchas de poder de aquéllos que se quieren saltar las normas. Los indaëra son temidos en todas partes: muchos prefieren morir luchando con ellos antes que dejar que los conviertan es esclavos y los lleven a alguno de los reinos del oeste.

Valid XHTML 1.0 Transitional

¡CSS Válido!

Alkaendra, los Sueños Perdidos. Sitio web creado por Francisco Javier Río Lorda. Año 2012.